La Muerte

 Todos saben su nombre y de su existencia, pero nadie la acepta. Todos huyen de ella como si fuera posible evadirla.

Ella es liberadora, ella solo llega cuando el desequilibrio del cuerpo y del alma se hacen tangibles.

No le tengo miedo... 

Porque vengo de ella... me permitió sentirla.

Me susurro al oído un par de palabras, haciéndome entender su existencia, me permitió caminar con ella.

Nacemos de ella y regresamos a ella.

No le tengo miedo, vengo de ella.

Renaci de las cenizas y he visto su existencia.

Quita dolores, libera energía... la muerte es una guía.

Te perdí

Te perdí...

Te perdí entre la vida y los sueños, vi como te ibas apagando lentamente, vi como tu alma luchaba en quedarse, vi como tu cuerpo se derrotaba.

Vi la tristeza en tus ojos de dejar a lo que amabas, vi la añoranza en tus gestos, la suplica al tiempo por un par de minutos más.

Perdiendote te vi por primera vez...

Vi tu esencia, tu valor... tus ganas de ser y de estar. Pero ya no había tiempo, no había tiempo para amarnos, para decirnos lo que el corazón necesitaba decir.

Aquí estoy, tratando que las palabras me ayuden a fluir la tristeza de mi corazón.

Aquí estoy añorado que aparezcas en mis sueños, escucharte reír, esa risa que nutria mis días. 

El día que partiste te llevaste una parte de mi contigo... te perdí amándote con todo mi ser.

Te perdí conociéndote por primera vez.

Andre!